15/3/09

La única lucha que se pierde es la que no se da

Marzo comienza con un panorama bastante agitado para los millones de trabajadores de nuestro país, marcado por la incertidumbre propia que traen consigo las directrices de los estados transnacionales y sus principales personeros, que a razón de no perder sus ganancias, utilizan el despido y la pauperización de las condiciones laborales como medida compensatoria al tambaleo especulativo neoliberal.
Nuestro país, cuya clase política aplica con fiereza los cánones neoliberales desde la dictadura, manifiesta sus nocivos efectos, concentrándose en una clase social en específico: Los Trabajadores, golpeándolos con cesantía (sobre el 9% nacional, donde una de las lideres es coronel con un 15%) y bajos sueldos, mientras a contraparte la carestía de insumos y servicios básicos diariamente tiende al alza. Ante esto la voz del gobierno, en la persona de Bachelet, esgrime desde hace un tiempo la necesidad de evitar pronósticos sombríos de la situación actual, como queriendo tapar el sol con un dedo y a su vez priva de una solución a favor del pueblo al sostener que no hay que caer en debates ni discusiones estériles, salvaguardando al modelo económico de criticas y los intereses del bloque dominante de verse afectos por la crisis.
Al enfocarnos en el plano estudiantil vemos que la situación no tiene grandes diferencias, las casas estudiantiles suben sus aranceles, se corporativiza la enseñanza escolar imperando con mayor ahínco la lógica mercantil en la educación, las dirigencias federativas negocian diversos temas con el gobierno y los empresarios de manera pasiva y poco prepositiva, sin ejercer un cuestionamiento de fondo al actual ordenamiento social y sus contradicciones; arrojando una síntesis muy desfavorable para los estudiantes en general, al mellar de esta forma su capacidad de organización, sus luchas históricas y el papel dinamizarte de los conflictos sociales en su quehacer cotidiano, cayendo en lo meramente reivindicativo y olvidando la centralidad de la lucha y sus objetivos.
Es por esto que como UNION PATRIOTICA ESTUDIANTIL, como estudiantes concientes y como hijos de trabajadores, hacemos un llamado concreto a no deponer la lucha del estudiantado, levantando sus demandas históricas con organización e identidad clasista, privilegiando la amplitud de todos aquellos que somos contrarios al capital y sus vicios y logrando de este modo la coordinación necesaria entre los estudiantes revolucionarios para ser un actor protagónico en las luchas de los trabajadores de nuestra patria, de aquellos que pagamos las crisis a diario, cuando las voces oficiales predican un supuesto bienestar y justicia del modelo. Llamamos también a todos aquellos estudiantes, a todos aquellos compañeros y compañeras a romper la apatía con los problemas que a diario nos afectan tanto en las universidades, liceos y poblaciones y de una vez sumarse a la lucha frontal, perdiendo el miedo, educándose y siendo cada día mejores para que de una vez cambie el actual estado de las cosas, dejando de favorecer a un grupo reducido que a diario lucra con nosotros y explota a nuestros padres y pase a traer un mejor porvenir a los trabajadores y sus hijos.

¡FIN A LA EDUCACION MERCANTIL!

¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!